Hipertensión es la tensión del cuerpo-mente que resulta en el des-balance del sistema nervioso. Como consecuencia perjudica la coordinación de las funciones del cuerpo y todos los sistemas, incluyendo el cardiovascular, sufren.

Si lo diagnosticaron como hipertenso(a) y le dijeron que la causa es idiopática, usted pertenece al club del 80% y significa que la medicina no tiene la menor idea de cuál es la causa de la enfermedad. El otro 20% tiene las causas identificadas ya sean médicas o por cirugía.

La medicina moderna ha realizado que la mente tiene por lo menos algún rol en el 80% de los casos y la clasifica como enfermedad psicosomática. Sin embargo la medicina alopática, más conocida en occidente, continúa tratando de descubrir las implicaciones de este entendimiento y clarificar el rol de la psique en la enfermedad física. La perspectiva del yoga considera que básicamente la causa predominante entre otras, es la mente.

De acuerdo con estudios de la Organización Mundial de la Salud, en 2008, en el mundo se diagnosticaron de hipertensión aproximadamente el 40% de los adultos mayores de 25 años; el número de personas afectadas aumentó de 600 millones en 1980 a 1000 millones en 2008. Según el informe publicado para el día mundial de la salud 2013, las enfermedades cardiovasculares son responsables de aproximadamente 17 millones de
muertes por año, casi un tercio del total. Entre ellas, las complicaciones de la hipertensión causan anualmente 9,4 millones de muertes. La hipertensión es la causa de por lo menos el 45% de las muertes por cardiopatias y el 51% de las muertes por accidente cerebrovascular.

Está situación es verdaderamente lamentable y horroriza pensar que desde 1950, año en que los tranquilizantes fueron introducidos, se prescriben y consumen por billones y el estrés en lugar de ser eliminado por la ciencia moderna, continúa incrementando.

El propósito del yoga es eliminar la hipertensión y sus potenciales efectos letales a través de asanas (posturas), pranayama (ejercicios de respiración) y meditación, así como de la revaluación completa del estilo de vida. Las prácticas yoguicas (técnicas de relajación, asanas, pranayama, meditación y kundalini kriyas) son especialmente relevantes para la tensión alta dado que tanto el corazón como los vasos sanguíneos
responden enseguida a las fluctuaciones de la mente. Una mente inestable genera un cuerpo inestable y las alteraciones mentales se reflejan en el sistema cardiovascular produciendo diversos síntomas tales como el incremento de la presión sanguínea.

Las prácticas yoguicas ayudan a curar la hipertensión mediante la reducción de tensión mental, balanceando y enriqueciendo el suministro de prana o fuerza vital, removiendo los efectos del estrés, tales como desperdicios tóxicos, re-armonizando el sistema endocrino y su paralelo energético que son los chakras y ajustando su estilo de vida para que sea positivo y sano. Sobre este último ajuste la idea es remover todos los
hábitos que han generado la enfermedad tales como fumar, comer y dormir de más, “comer mal” (más ácido que alcalino), vivir a las carreras y ejercitar su cuerpo insuficientemente.

Si Usted está interesado(a) en hacer una inmersión en el mundo del yoga para aprender cómo aliviar el estrés, ansiedad o tensión alta, lo invito a inscribirse en un taller personalizado de 3 días y 3 noches para una persona o una pareja en el lugar mágico y de mucha paz en Villa de Leyva, Colombia. Ver sección “talleres”. Será necesario hacer una evaluación previa para diseñar y o ajustar el contenido del taller de acuerdo con sus preferencias, práctica y nivel de conocimiento actual sobre el tema.