¿QUÉ ES Y PARA QUÉ SIRVE EL YOGA?

¿QUÉ ES YOGA?

Hace 3,800 años, Patanjali, gran sabio hindú, autor de los Yoga Sutras, describió el 
camino para superar las aflicciones del cuerpo y las fluctuaciones de la mente, necesarios para la felicidad permanente.

La palabra Yoga significa aquietamiento de las fluctuaciones de la mente. Yoga en sánscrito, significa textualmente “unión”. ¿Unión de qué? Al aquietarse la mente desaparecen las barreras que nos impiden percibir quién o qué es lo que verdaderamente somos.

Dependiendo del punto de vista somos tres personas: el cuerpo, lo que creemos que somos, la mente, lo que los demás creen que somos y la Consciencia Universal, aquello que verdaderamente somos. La unión que expresa la palabra Yoga es la unión del Ser con la Consciencia Universal. ¿A qué llamamos Consciencia Universal? El término también se conoce como Jesús, Dios, Jehovah, Allah, Zoroastro, Budha,
Adonai, Krishna, Rama, Elohim, Yahweh, Huwah, Energía y el perceptor entre otros.

Otra forma de expresarlo es decir que Yoga es un método para pasar de un estado de ausencia de paz a un estado de paz absoluta.

¿PARA QUÉ SIRVE EL 
YOGA?

En principio podríamos decir que el Yoga sirve para trascender la identidad que tenemos con el cuerpo físico y aumentar nuestra percepción a otras dimensiones de vida, es decir a otras formas de expresión de la energía. Esta última definición es un hecho para algunos, sin embargo, en este texto no hablaremos de temas que no sean perceptibles por el común de los seres humanos.

Es así como solamente nos limitaremos a revisar los beneficios que tiene el Yoga para tener un cuerpo saludable, libre de enfermedad, una vida larga y una mente tranquila.

La enfermedades del cuerpo físico y mental, a no ser que sean congénitas, la ansiedad, el estrés y la tensión alta se producen porque no controlamos nuestra mente. No logramos manejar el pensamiento y conservar la paz. En otras palabras, no somos capaces de administrar nuestros propios recursos: cuerpo, mente y energías. Que no podamos administrar lo externo a nosotros es entendible pues el número de variables es infinita, pero lo que no tiene mucho sentido es que no podamos administrar nuestros propios recursos.

Cuando nuestra inteligencia se torna en nuestra contra, nos enfermamos. Lo que nos afecta es la expectativa, bien sea por el desconocimiento del futuro o por experiencias pasadas. Debido a que no controlamos la mente, nos dominan los pensamientos negativos y nos estresamos, causando sufrimiento a la mente y al cuerpo.

Otro patrón que es muy común es no tomar responsabilidad de lo que sucede en nuestra percepción y culpar a otros. Cuando vemos, oímos, sentimos, saboreamos o hablamos y olemos, ingresa información que percibimos del exterior y la evaluamos y comparamos con nuestras memorias pasadas y toda la información que hemos almacenado. Nada tiene que ver con lo que pasa afuera, todo depende de nuestra
percepción interna.

Este texto está escrito para aquellos seres que además de poder leer y escribir, tienen unas condiciones aceptables de vida. Por supuesto que una persona que tiene hambre o no tiene tiene un techo, no estará interesada sino en comer y poder descansar. Poco
o nada le interesará la Consciencia o la paz o las asanas o posturas para controlar el cuerpo, o cualquier otro concepto que no atienda sus necesidades básicas de supervivencia.

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